Thursday, June 22, 2006

EDITORIAL EL TIEMPO- Junio 22 de 2006

Junio 22 de 2006
EDITORIAL
Esa ‘guaca’ es nuestra


Protagonista central del proceso penal militar que se adelanta en Tolemaida, la célebre guaca de las Farc, descubierta (y aprovechada) hace tres años por un grupo de militares y que ha dado hasta para libros y películas, es un episodio que desnuda aspectos poco encomiables del alma colombiana.

Ese viernes, por demás santo, del 2003, 129 soldados, 15 suboficiales y 3 oficiales de la Brigada Móvil 6 descubrieron en la vereda Las Morras, de San Vicente del Caguán (Caquetá), varias canecas enterradas con 40 mil millones de pesos (en dólares y pesos). Procedieron a repartírselos y a disfrutarlos. Tan a sus anchas, por ejemplo en burdeles y almacenes de Popayán, que el exceso permitió descubrirlos. Unos pocos, arrepentidos, devolvieron su dinero.

Se gastaron unos 500 millones de pesos. Otros 1.380 millones fueron devueltos. En el banquillo en Tolemaida están sentados 8 suboficiales y 40 soldados. El resto de la plata, más de 38 mil millones de pesos, y de los militares –99– brillan por su ausencia en uno de los procesos más sensacionales y surrealistas que han pasado por la justicia penal militar. Y que ha despertado pasiones y argumentos encontrados, propios de cierto talante nacional.

Para empezar, no solo parece una exageración el anuncio que hicieron en su momento algunos miembros del alto mando de juzgar a los soldados involucrados por ‘traición a la patria’, sino también la propia acusación de peculado por apropiación que hoy enfrentan. Es casi un exabrupto calificar este acto de ‘viveza’ como un acto de traición. Y, legalmente, es difícil sostener que quienes se apropian de un bien privado (de una organización ilegal, por lo demás) cometen peculado, cuando este se refiere solo a bienes públicos.

Estas obvias consideraciones se han sumado a la idea equivocada de que estos militares, por su sacrificio cotidiano y heroico en la guerra, tendrían derecho a esa suerte de ‘premio’ otorgado por la Providencia. Al punto de que una corriente de abierta simpatía pública ha acompañado a los soldados, en el país en este caso, sugiriendo que, dado que no se les podría probar una violación de la ley, no deberían ser objeto de condena alguna y, aún más, que se les debería dejar disfrutar de una plata que se encontraron mientras arriesgaban sus vidas contra una guerrilla que la obtuvo a punta de extorsiones y secuestros.

Que una idea semejante haga carrera es reveladora del culto a la ilegalidad, al enriquecimiento fácil y a la ‘viveza’ que impera en algunas capas del país. Si bien la traición, por exceso, y el peculado, por defecto, no tienen lugar en este caso, sí es evidente que los militares cometieron una falta grave. No puede prosperar la noción de que cualquier autoridad tiene la posibilidad de reclamar como botín propio lo que descubra o decomise en el cumplimiento de su deber. Según esto, las caletas de la mafia que a cada rato son encontradas, o los 35 millones de dólares de los ‘mellizos’ Mejía, hallados hace algunos años en Bogotá, deberían repartirse entre los investigadores que los descubrieron. ¿A qué niveles de corrupción y contaminación criminal conduciría tal práctica?

En un caso como el de ‘la guaca de las Farc’ preocupan los extremos. Por el lado del exceso, que la hoy muy cuestionada justicia penal militar resuelva dar un drástico ejemplo con estos soldados. Y por el lado de la complacencia de una parte de la opinión pública, que, más que perdonarlos, los convierta en una suerte de Robin Hood criollos. No. Los militares cometieron una falta grave y por ella deben ser sancionados. Sin exageraciones innecesarias, ni tolerancias malsanas.

editorial@eltiempo.com.co

  • Esa ‘guaca’ es nuestra
  • 2 Comments:

    At 3:19 PM, Anonymous Anonymous said...

    No me parece justo. que estén detenidos ese dinero no es de nadie.. y si lo fuera el gobierno deberían hacer algo productivo. pues la verdad no tengo ni la mas mínima idea que hacen con ese dinero que encuentra nuestro ejercito nacional,y creo que la mayoría del pueblo colombiano no sabe. o si?

     
    At 10:44 AM, Anonymous Anonymous said...

    Lo mejor que debian hacer los soldados era mantener el bajo perfil y estuvieran tranquilos ahora. creo q se merecen una parte y lo demas q sea xa inversion social!

     

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